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14 septiembre 2023
Las ventajas de contar con un sistema de riego automatizado son muchas, desde la satisfacción de admirar cada día un césped más verde y sano hasta un considerable ahorro de agua y, por tanto, económico.
En efecto, programar y luego automatizar el riego de tu jardín te permite:
Regar el jardín en las horas más adecuadas del día, a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando el clima es más fresco y el agua se evapora más lentamente; de este modo aumenta la eficacia del riego y se evita el choque térmico.
Programar el riego teniendo en cuenta las pausas correctas entre ciclos, evitando enfermedades del césped causadas por riegos demasiado frecuentes.
Aportar siempre la cantidad de agua adecuada respetando las necesidades hídricas de toda la vegetación (zonas de sombra, parterres, etc.).
Una vez establecidas las ventajas de un sistema de riego automático, pasemos a analizar los distintos elementos que lo componen, a saber: programador, electroválvulas, aspersores y sensores.
El programador de riego, también conocido como controlador o reloj, es el componente principal que permite automatizar el riego. En este dispositivo reside la memoria de datos de riego (es decir, a qué hora regar, durante cuántos minutos y con qué frecuencia), por lo que también se considera el «cerebro» del sistema.
Las electroválvulas permiten el paso del agua una vez recibida la señal eléctrica del programador, por lo que se denominan el «corazón» del sistema.
La misión de los aspersores es distribuir uniformemente el agua por las zonas que se van a regar. Existen dos macrocategorías: los aspersores (sprinklers), ideales para regar el césped, y los microdifusores o goteros (drippers), más adecuados para regar setos, arrietes y huertas.
Por último, la automatización del sistema de riego puede completarse instalando distintos tipos de sensores. Entre los más importantes se encuentra el sensor de lluvia, que inhibe el riego automatizado cuando se producen episodios de lluvia. Esta herramienta es especialmente útil para ahorrar agua y evitar estresar el césped.
Por último, pero no por ello menos importante, cabe mencionar que con los nuevos programadores inteligentes conectados a Internet es posible acceder a numerosas funciones que permiten automatizar el sistema de riego incluso a distancia y aprovechar la previsión meteorológica retrasando o cancelando la programación si el pronóstico del tiempo anuncia lluvia.
Con el cambio climático en marcha y una concienciación cada vez mayor sobre la gestión y el despilfarro de un recurso tan preciado como el agua, contar con un sistema de riego automatizado y bien diseñado resulta especialmente indispensable para disfrutar del verde privado y doméstico con total libertad y serenidad.
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